Binissalem, un encantador pueblo mallorquín conocido como la capital del vino de la isla, ofrece una experiencia única durante la temporada de vendimia. Este lugar, con una historia que se remonta a la época romana, se ha consolidado como un centro vinícola de gran importancia desde hace más de setecientos años. Su arquitectura en piedra, las calles adoquinadas y las casas señoriales, reflejan la riqueza cultural e histórica de la región.
Durante la vendimia, o “Sa Vermada”, como le dicen los locales, los visitantes pueden participar en actividades de cosecha de uvas, visitar bodegas locales como Sa Cabana, y disfrutar de las Festes des Vermar, las fiestas más importantes del pueblo, en las que se celebra el fin de la cosecha.
Además de la cultura vinícola, Binissalem ofrece un ambiente relajado y una conexión cercana con la naturaleza. Las rutas de senderismo, la gastronomía local y la cálida hospitalidad de sus habitantes hacen de este pueblo un destino perfecto para una escapada de verano. La excelente conexión por carretera y tren facilita el acceso, convirtiéndolo en un lugar ideal para explorar y disfrutar de la auténtica vida mallorquina.
Descubre las cinco razones por las que no te puedes perder de visitar Binissalem durante el verano y la vendimia.
Razón 1: Binissalem, un viaje en el tiempo
Fundado en tiempos romanos, Binissalem ha sido un importante centro vinícola desde el siglo XIV. Sus calles adoquinadas y casas señoriales reflejan la prosperidad que el vino trajo a la región.
El encantador pueblo mallorquín es conocido por su rica historia y su arquitectura en piedra de marès, un tipo de roca caliza característica de la isla. Dicen que pasear por sus caminos es como viajar en el tiempo.
El patrimonio arquitectónico de Binissalem es uno de sus principales atractivos. Entre los monumentos más destacados se encuentra la Iglesia de Santa María de Robines, una imponente edificación del siglo XVIII que domina la plaza principal del pueblo. Además, las casas señoriales con portales majestuosos y patios interiores cuentan la historia de una época de prosperidad, en gran parte impulsada por la producción y el comercio del vino.
Razón 2: Las Festes des Vermar: celebración y tradición
Las Festes des Vermar son las fiestas más emblemáticas de Binissalem, celebradas a finales de septiembre durante dos semanas completas. Esta festividad marca el final de la cosecha de la uva y es un tributo a la rica tradición vinícola de la región.
La celebración incluye una serie de actividades que combinan tradición y diversión, como la pisada de uva, donde los participantes pueden experimentar el antiguo método de extracción de mosto, y la batalla de lanzamiento de uvas, un evento lúdico y único que atrae tanto a locales como a turistas.
Durante ese tiempo, el pueblo se llena de música, bailes tradicionales, desfiles y degustaciones de los exquisitos vinos locales, creando un ambiente festivo y acogedor.
Razón 3: Gastronomía y vinos locales
La oferta gastronómica de Binissalem es otro de sus grandes atractivos. Los restaurantes del pueblo ofrecen una variedad de platos típicos mallorquines, que incluyen delicias como los jamones y quesos típicos, la sobrasada y el tumbet, siempre acompañados de los mejores vinos de la región.
Una experiencia obligada en este sentido es la de las catas gourmet y comidas maridadas que ofrecemos en Bodega Sa Cabana. Puedes elegir la que mejor se adapte a tus gustos y preferencias.
Binissalem es famosa por sus vinos con denominación de origen, especialmente los elaborados con la uva autóctona mantonegro. La vendimia es el momento perfecto para visitar las bodegas locales, en las que se puede conocer de primera mano el proceso de elaboración del vino y disfrutar de catas exclusivas.
Razón 4: Actividades al aire libre y conexión con la naturaleza
Más allá de su rica cultura y tradiciones, Binissalem ofrece un entorno natural ideal para actividades al aire libre. Las rutas de senderismo y ciclismo que atraviesan los viñedos y las colinas circundantes permiten a los visitantes disfrutar de paisajes espectaculares y de la tranquilidad del campo mallorquín.
Estas actividades son perfectas para aquellos que buscan una conexión más cercana con la naturaleza y desean explorar los encantos rurales de la isla.
Razón 5: Un destino accesible y auténtico
Gracias a su excelente ubicación, Binissalem es fácilmente accesible desde Palma de Mallorca y otras partes de la isla, tanto por carretera como por tren. Esta accesibilidad, junto con la autenticidad y el encanto del pueblo, lo convierte en un destino ideal para una escapada cultural y gastronómica.
Llegar a Binissalem en coche es la opción más cómoda, ya que la carretera Ma-13 es muy accesible y el trayecto desde Palma dura solo unos 25 minutos. Si prefieres el tren, la estación de Binissalem está a solo ocho minutos a pie del Ayuntamiento, con trenes cada 20 minutos y un trayecto de unos 29 minutos, por un coste de entre 3 y 4€. En taxi, el viaje desde Palma cuesta entre 40 y 50€, aunque puede ser más complicado encontrar uno disponible en el pueblo; siempre es buena idea reservar con antelación.
Durante la vendimia, Binissalem ofrece una experiencia inolvidable, en la que la historia, la cultura, el vino y la naturaleza se entrelazan para crear un plan perfecto para disfrutar de lo mejor de Mallorca. ¡Te esperamos!
Explora la agenda completa de actividades en Binissalem en la página: https://binissalemobert.com/agenda/
Binissalem, situada en el corazón de Mallorca, no solo es una joya cultural, se destaca sobre todo por ser la capital vinícola de la isla. Visitar Binissalem durante la vendimia es una experiencia única que combina tradición, historia y disfrute gastronómico